jueves, 10 de enero de 2008

martes, 11 de diciembre de 2007

"Alabanza de la muñeca" de Walter Benjamin. En: Escritos: Sobre literatura infantil, los niños y los jovenes




"En lugar de los muñecos de trapo, divertidos pero superfluos, que se colocan sobre los discos fonográficos, nos gustaría ver lo deshollinadores, verduleras, cocheros, colegialas, confeccionados con papeles pegados, que en Riga se compran por pocos céntimos en jugueterías y papelerías. Más que el histérico exotismo de los muñecos de Relly de Milán, nos interesa el exotismo simple de los muñecos barceloneses, que en vez de corazón llevan una bolita de azúcar en el pecho". (P 120)


"Los coleccionistas son fisonomistas del mundo de los objetos. Es suficiente observar a uno de ellos mientras manipula las cosas de su vitrina. Apenas las tiene en la mano, parece inspirado por ellas, como un mago que viera a través de ellas su lejanía" (p123)

viernes, 30 de noviembre de 2007

"Calle de Mano Unica" (1926-28) de Walter Benjamin.En: Escritos: Sobre literatura infantil, los niños y los jovenes


¡VUELVE! ¡TE PERDONAMOS!


Como alguien que ejecutara el gran molinete en la barra horizontal, así uno mismo hace girar, cuando muchacho, la rueda de la fortuna, de la cual tarde o temprano saldrá el premio mayor. Pues únicamente lo que ya sabíamos o practicábamos a los quince años constituirá algún día nuestro atractivo. Por eso hay una cosa que nadie puede recuperar jamás: en no haber escapado de su casa. De cuarenta y ocho horas de abandono en esos años nace, como en una lejía, el cristal de la felicidad de la vida.

"Juegos y Juguetes" de Walter Benjamin. En: Escritos: Sobre literatura infantil, los niños y los jovenes


"¿Quien da al niño los jueguetes sino el adulto? Y si bien el niño tendrá la libertad de rechazar las cosas, no poco de los juguetes más antiguos (pelotas, aros, molinetes de plumas, barriles) le habrán sido impuestos, por decirlo así, con enseres de culto que sólo más tarde se transformaron en jueguetes; gracias a la fuerza con que afectaban la imaginación, se prestaban por cierto a partir de ello". (P91).

"El oscuro afán de reiteración no es menos poderoso ni menos astuto en el juego, que el impulso sexual en el amor. No en vano creia Freud haber descubierto en él un "más allá del principio del placer". En efecto, toda vivencia profunda busca insaciablemente hasta el final repetición y retorno, busca el restablecimiento de la situación primitiva que la originó. "Todo podría lograrse a la perfección, si las cosas pudieran realizarse dos veces"; el niño procede de acuerdo con este verso de Gohete. Pero para él no han de ser dos veces, sino una y otra vez, cien, mil veces. Esto no sólo es la manera de reelaborar las experiencias primitivamente terrorifícas sino también la de gozar una y otra vez, y del modo más intenso, de triunfos y victorias. El adulto libera su corazón del temor y disfruta nuevamente de su dicha, cuando habla de ellos. El niño los recrea, vuelve a empezar. La esencia del jugar no es "hacer cuenta de que"... sino un "hacer una y otra vez, la transformación de la vivencia más emocionante en un hábito" (p. 94)

"Un poeta moderno dice que para cada hombre existe una imagen cuya contemplación le hace olvidarse del mundo entero: ¿Cuántos no la encontrarán en una vieja caja de juguetes?" (p94)